¿Cada cuánto debo cambiar la correa de distribución y qué pasa si no lo hago?
Cambiar la correa de distribución es necesario para el buen funcionamiento del vehículo.
Pero ¿qué pasa si no lo haces?
Aquí, tendrás la respuesta a esta pregunta tan importante que te debes hacer como conductor
En Talleresclaxon.com recibimos a menudo la misma pregunta de nuestros clientes: “¿Cuándo hay que cambiar la correa de distribución?”.
Y no es casualidad, porque la correa de distribución es una de las piezas más importantes (y a la vez más olvidadas) del motor.
Su función es tan crítica que, si falla, puede provocar una avería irreversible y de coste muy elevado.
Por eso, en este artículo, te queremos explicar con pelos y señales qué es la correa de distribución, cada cuánto se cambia, qué ocurre si la descuidas y qué consejos puedes seguir para evitar sorpresas.
No te despistes porque, literalmente, lo que vas a leer, puede ahorrarte miles de euros en reparaciones y, sobre todo, en muchos disgustos.
Así que, dicho esto, empecemos desde el principio.
¿Qué es la correa de distribución y para qué sirve?
La correa de distribución es una banda dentada fabricada con materiales muy resistentes (goma reforzada con fibras sintéticas) que conecta dos piezas clave del motor.
Y estas dos piezas son las siguientes:
- El cigüeñal, que transmite el movimiento de los pistones.
- El árbol de levas, que abre y cierra las válvulas.
Su misión es sincronizar ambos movimientos para que los pistones y las válvulas trabajen a la perfección.
Si la sincronización falla, los pistones pueden chocar con las válvulas y el daño al motor es inmediato, además de grave.
Por eso es tan importante cambiarlo cuando toca o, por lo menos, si notas los primeros síntomas de que algo no va bien.
¿Cada cuánto se debe cambiar la correa de distribución?
Te vamos a ser claros en este sentido.
No existe una respuesta única, porque depende de varios factores que se deben tener en cuenta.
Y los factores más importantes son estos:
1. Las indicaciones del fabricante
Cada coche tiene un intervalo recomendado que aparece en el manual del fabricante para que te hagas una idea lo que suele durar.
No obstante, suele estar entre 60.000 y 160.000 km, o cada 5 a 10 años, lo que ocurra primero.
2. El uso del vehículo
Si sueles conducir en ciudad y encima con arranques frecuentes, el desgaste siempre será más rápido.
Mientras que si haces siempre trayectos largos y regulares, el desgaste más progresivo, por lo que siempre te durará más.
3. El clima
El clima es otro de los aspectos que puede averiar la correa de distribución.
Y es que, las temperaturas extremas y cambios bruscos, afectan irremediablemente a los materiales de la correa.
4. El mantenimiento
Cambiar filtros, aceite y líquidos a tiempo ayuda a que la correa sufra menos y, aunque esto no determina que no se estropee, con una buena conducción siempre durará más.
En Talleresclaxon.com siempre recomendamos no apurar los plazos.
Si el fabricante dice 120.000 km o 10 años, lo ideal es cambiarla antes, por ejemplo, a los 100.000 km o 8 años.
Es una forma de asegurarte de que no vas a perjudicar otras piezas del coche.
¿Qué pasa si no cambio la correa de distribución?
Esta es la parte más delicada.
Retrasar el cambio puede parecer un ahorro, pero el riesgo es enorme porque, a la larga, esta decisión te puede salir muy cara.
Dicho esto, si no cambias la correa de distribución, tarde o temprano te puede pasar esto:
1. Rotura de la correa
Cuando la correa se rompe, el motor pierde la sincronización de inmediato.
Por tanto, los pistones suben y bajan sin control, las válvulas quedan abiertas o cerradas en mal momento y el choque entre ambos provoca doblado de válvulas, rotura de pistones e incluso daños en la culata.
El resultado es más que evidente: avería catastrófica que puede superar fácilmente los 2.000 o 3.000 euros.
En algunos casos, puede ser incluso más.
2. Desgaste progresivo
Antes de romperse, siempre da señales alarmantes.
Por ejemplo, la correa puede presentar:
- Deshilachado en los dientes.
- Pérdida de tensión.
Esto genera un mal funcionamiento del motor: tirones, fallos de arranque o ruidos extraños.
3. Riesgo de quedarse tirado
Si la correa se parte en carretera, el coche se detiene de golpe y no hay forma de arrancarlo.
Y no solo eso.
Además de la avería, supone un riesgo de seguridad, tanto para ti como a los demás.
Como puedes ver, no cambiar la correa de distribución a tiempo es jugar a la ruleta rusa con tu motor y la seguridad.
Sabiendo esto ¿no crees que vale la pena actuar a tiempo?
Señales de que tu correa de distribución necesita un cambio
Hay un aspecto que debes tener siempre presente por la importancia que tiene: la mayoría de las veces, la correa no avisa.
De ahí, la importancia de cambiarla a tiempo.
Aun así, hay algunos síntomas que deberían ponerte en alerta:
- Kilometraje o antigüedad superados respecto al intervalo recomendado.
- Ruidos extraños en la zona del motor (chirridos o zumbidos metálicos).
- Arranques irregulares o tirones.
- Vibraciones al acelerar.
Nota importante: Aunque no notes nada raro, si la correa ha llegado a su límite de uso, lo mejor es cambiarla sin esperar a que falle. No lo olvides.
El kit de distribución: Más que solo la correa
En Talleresclaxon.com nunca sustituimos solo la correa. sino que cambiamos el kit de distribución completo que incluye:
- La correa.
- Los tensores.
- Las poleas.
- La bomba de agua (en la mayoría de los casos).
Y la pregunta del millón es ¿por qué?
Pues porque si cambias solo la correa y dejas las piezas viejas, corres el riesgo de que un rodillo gripado o una bomba de agua en mal estado vuelvan a provocar una rotura.
Por eso siempre recomendamos cambiar todo el kit de distribución completo.
¿Cuánto vale cambiar la correa de distribución?
El precio depende de muchos factores como el modelo de coche, el motor y las horas de trabajo necesarias.
Pero, para que tengas una idea, esto es lo que te puedes encontrar en el mercado actual:
- Turismos pequeños: Desde 350-450 €.
- Coches diésel o cilindrada mayor: 500-800 € aproximadamente.
- Vehículos de alta gama: más de 1.000 €.
Puede parecer caro, pero recuerda: una reparación por rotura puede costar hasta 4 o 5 veces más.
Consejos para alargar la vida de la correa de distribución
Aunque tiene un plazo de cambio fijo, hay algunas prácticas que ayudan a que no se desgaste prematuramente como son las siguientes:
- Haz revisiones periódicas: Revisa tu correa de distribución en el taller para comprobar fugas de aceite o refrigerante que puedan deteriorar la correa.
- Utiliza aceite y filtros de calidad: Esto es muy importante, ya que el lubricante en mal estado genera más residuos que contaminan la correa y, por tanto, la empeoran.
- No fuerces el motor en frío: Siempre es recomendable arrancar suavemente hasta que alcance temperatura adecuada.
- Evita acelerones bruscos innecesarios: Esto es básicamente porque puede aumentar la tensión en la correa y su posterior rotura.
- Confía el cambio a profesionales: La instalación incorrecta puede ser igual de dañina que no cambiarla.
Como puedes ver por ti mismo, la correa de distribución es una pieza pequeña en tamaño, pero enorme en importancia.
No verla ni escucharla trabajar no significa que no esté ahí, garantizando que tu motor funcione de forma precisa.
En Talleresclaxon.com te ayudamos a mantener tu coche en perfecto estado y a evitar problemas antes de que aparezcan.
Si tu vehículo se acerca al intervalo recomendado de cambio de correa o no recuerdas cuándo fue la última vez que la sustituiste, pide cita ahora mismo y te asesoraremos.
Te ayudaremos a que puedas conducir con la tranquilidad de saber que tu motor estará protegido en todo momento.
¿Alguna vez has cambiado la correa de distribución de tu coche?